Karina Gallegos
Contradicciones cuánticas, tomo I. Extractos de la sabiduría de Moreno, expresada la noche de ayer:
Discurso: “No utilizaré el poder que ustedes me han encargado momentáneamente para odios o rencillas”. “Tenemos que respetarnos…. No tiene sentido que inundemos las redes sociales con insultos y malas palabras”.
Realidad:
– 11 julio: “… de a poco, toda la gente va a ir abandonando ese comportamiento ovejuno y a respirar esta libertad nueva”
Discurso: “… desarmemos nuestras almas, que quitemos el rencor de nuestros corazones… ¡sólo los débiles sienten odio!”
Realidad:
– 30 agosto: “…a los que les estoy agarrando un poco de odio, más bien, a los que votaron (por mí)”.
– 30 septiembre: “ahora se ha dado por llamar revolución a cualquier pendejada“.
Discurso: Pide “un comportamiento reflexivo y maduro en sus opiniones, con argumentos… pero jamás con insultos”
Realidad:
– 7 de agosto, refiriéndose a las críticas por su deslealtad con el proyecto político iniciado por Correa: “lealtad bien entendida, no la lealtad de la mafia…”
– 26 de agosto, haciendo alusión al año 2021 con una posible candidatura de Rafael Correa: “adivinen el número de la bestia… yo ya he calculado y 666 me da 2021, no sé por qué, y es una profecía, y las profecías no deben cumplirse” (¿qué habrá querido decir?)
– 30 septiembre: “… sucede lo que en la Tetralogía de Wagner, en el Señor de los Anillos (¡sic!)… con la gente que se apropiaba, ese deseo injustificable de apropiarse del anillo del poder, puede hacer que nos pervirtamos, que nos volvamos siniestros, que estemos desesperados por espiar lo que hace el otro”.
– Sobre la falsa acusación de que Correa lo vigilaba desde su celular, 18 septiembre: “La mayor lucha contra la corrupción no es estar fisgoneando con cámaras lo que hacen los otros”. Tuit 15 septiembre: “FISGÓN: aficionado a husmear la vida de los demás”.
– Sobre el evento en el que varias personas insultaron a Correa en un restaurante de Quito: “Era tan fácil reconocer el derecho de los demás a expresar sus ideas sin tener problemas. Pero tuvieron que salir recién del poder, para que sientan lo que es haber ganado el odio y ser sacados de los restaurants. No. No permitamos que el poder nos ensimisme. No permitamos que el poder nos vuelva seres siniestros, que nos obsesione”.