¿Quiéres conocer a una persona? … dale poder

César Armando Bermeo

 

Cuando eres niño y quieres conocer a un amigo lo invitas a jugar y descubres si es egoísta, mal perdedor, mentiroso o un jugador honorable, pero cuando eres grande y quieres conocer a una persona, dale poder.

El poder envilece a las personas que no tienen una formación de líder, y mucho peor cuando  de la noche a la mañana se enfrentan con la responsabilidad de dirigir los destinos de un país,  al principio con la tarea difícil de al menos igualar lo que hizo el antecesor.  Pero ante la incapacidad de lograrlo viene la descalificación, el insulto   (ovejunos, grado, pendejada, mafia, envilecidos por el poder, etc.). el odio y la acusación infundada. 

Este tipo de gente se vuelve peligrosa porque te rodeas de  “amigos y aliados” que ya gobernaron y que no cambiaron nada en el país, con esa frustración esto se convierte en un cultivo de odio que genera la persecución al que piensa diferente, y la limpieza en las instituciones de todo lo esta o parezca estar en contra.

Y falta la gente que lo vitorea, esa masa de críticos que hoy se levantan y no se dan cuenta de que hacen el ridículo ya que fueron  parte del gobierno anterior y critican su  trabajo solo por quedar bien con el amo de turno. Servidores que no les importa cambiar su posición de la noche a la mañana solo para seguir siendo la alfombra del traidor. Esta gente nos gobierna, esta gente trata de hablarnos de moral.

Yo también voté por él y yo arrepiento y pido disculpas … pero era preferible este ser cuántico, antes que un banquero, aunque nos gobierne su plan de gobierno, causal suficiente para solicitar la revocatoria del mandato que ya se debería pensar como una salida constitucional a este desastre de administración y más cuando los medios de información son sus aliados.

Votamos por la pendejada cuántica, vamos a los 6 meses y ni una sola obra, todo es resultado de la gestión anterior, lo único que ha logrado es acumular odio en las personas que votaron a favor de que la Revolución Ciudadana continúe, pero el ser cuántico  pinchó llantas y giró a la derecha sin asco.